domingo, 17 de mayo de 2009

Las fronteras ya no existen

Hace algunos años pensar que un peruano tenga un amigo ecuatoriano podría sonar raro. Los tiempos han cambiado y ahora no sólo vemos a peruanos y ecuatorianos siendo amigos, algunos incluso llevan esa amistad más allá y terminan casándose. Como es el caso de Liliana Aracely Macias Tigua, de 31 años, natural de Manta, Ecuador, quien lleva cuatro años viviendo en nuestra ciudad.

- ¿Por qué vino a Trujillo?

- La primera vez que vine lo hice en un viaje misionero, soy cristiana, en esa ocasión conocí al que ahora es mi esposo, su nombre es Jesús, tiene 35 años, él es trujillano por eso vivo aquí con él.

- ¿Se casaron en Trujillo?

- No, nos casamos en el Ecuador, en Manta. Luego que nos conocimos yo regrese a mi país estuvimos por unos años en una relación a distancia. El fue a pedir mi mano allá, hicimos los preparativos a distancia, luego vino su familia de Madrid y con ellos viajó otra vez a Ecuador y nos casamos allá y al día siguiente nos vinimos a Perú.

- ¿Ya tenían decidido vivir en Perú?

- No, al principio no sabíamos donde quedarnos. Pero, como mi esposo es ingeniero tenía muchas obras aquí, era residente y por su trabajo teníamos que quedarnos en Perú.

- ¿Qué le gusta de Trujillo?

- El clima, porque en un mismo día hay periodos de calor y de frío y, a veces, es rico estar tapadita en cambio en el Ecuador sólo decimos es invierno o verano por la lluvia o por el calor.

- Y ¿Qué no le gusta de Trujillo?

- La forma en que te atienden en los centros de salud. Te hacen esperar demasiado tiempo, no te llaman a la hora que en realidad es tu cita, en cualquier organización pública es igual, no hay respeto para la gente. En Ecuador no ocurre eso, tú vas a la hora que te han citado y a esa hora te atienden. En los centros de salud las personas entran una detrás de otra

- ¿Qué le parece la comida de Trujillo?

- Es rica, al principio no me gustaba porque tenía mucho picante, aunque todavía no como mucho picante, pero la comida me gusta mucho porque es variada y totalmente diferente en gustos y sabores. Especialmente los postres, tienen postres muy buenos, eso me gusta mucho.

- ¿Dónde vive aquí en Trujillo?

- En la urbanización Palermo, en la prolongación Huallaga, es la casa de mis suegros, nosotros vivimos ahí porque ellos viven en Madrid. El abuelo de mi esposo, que ya murió, compró ese terreno cuando vino a vivir a Trujillo y cuentan que en esa época sólo pasaban por ahí las carretas jaladas por caballos, así debe haber sido hace mucho tiempo.

- ¿Qué cree que le falta a Trujillo?

- Creo que le falta un poco más educación a la gente. Insistir en las relaciones interpersonales. Por ejemplo, en el Ecuador a los transportistas se les da talleres de relaciones personales: cómo deben tratar a la gente, cómo deben saludar a las personas que suben al autobús. Aquí te tratan muy toscamente, no paran bien ni para que suba una mujer embarazada o un anciano.


- ¿A qué se dedica ahora?

- Ahora soy madre de familia en el día y por las noches estudio en el seminario teológico, deseo ser licenciada en Teología. Tengo una hija de casi tres años, se llama María José y también espero para el próximo año, a media que ella vaya creciendo, poder trabajar en lo que trabajaba allá, en Educación Parvularia (Educación Inicial)

- ¿Cuánto tiempo trabajó como profesora de Educación Inicial?

- Trabajé durante siete años, estuve trabajando en dos escuelas cristianas diferentes y también en una ONG para niños trabajadores, ese fue mi último trabajo en Ecuador antes de venir al Perú.

- ¿Quiénes son sus mejores amigos en Trujillo?

- Bueno tengo muchos amigos pero todavía no puedo decir quienes son mis mejores amigos. Cuando yo llegué ya todos tenían un grupo de amigos y es difícil entrar a un grupo que ya está formado, al comienzo me sentía muy relegada, incluso muy triste, extrañaba a la gente con la que hacía relajo. Pero encontré buenos amigos en el seminario y también cuando fui al campamento bautista, esas personas me hacen sentir querida y apreciada.

- Cuéntenos de su familia en Ecuador


- Allá en el Ecuador están mi mamá, mi papá y mis cuatro hermanas, todas están casadas. Mi papá es carpintero naval, construye barcos de madera y mi mamá es modista profesional, ella me hace todos mis vestidos. Mis hermanas también trabajan como profesoras, somos como una familia de maestros, algunas han estudiado administración, otras, pintura y en sus áreas enseñan en diferentes colegios.

- ¿Qué extraña de Ecuador?

- Primero a mi familia, también extraño la playa, las comidas, sobre todo el plátano porque allá lo que para ustedes es el pan, yo comía plátano todos los días.

- ¿Piensa regresar?

- Tenemos planeado con mi esposo ir por lo menos un año a Ecuador. El va a postular a un plaza de ingeniero allá y, cuando salga, pensamos ira para Ecuador y estar por lo menos un año por allá.

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